30 de marzo de 2009

Obama presenta su plan para las automotrices





"BANCARROTA QUIRÚRGICA ESTRUCTURADA"

LLama la atención que en Estados Unidos, en ejercicio de los poderes especiales otorgados por el Congreso al Presidente Barack Obama, éste establezca condiciones muy puntuales a las mega-empresas General Motor y Chrysler, para otorgarles mayores apoyos financieros a los 17,400 millones que ya gozan.

La industria automotriz es fundamental para la economia estadounidense y su pronto saneamiento es vital para reactivar su mercado interno. Hasta donde se ve, no se pretende "nacionalizar" pero el concepto de política "bancarrota quirúgica estructurada" merece un análisis detallado.

Bajo esta óptica, las medidas del Gobierno Mexicano parecen mayormente obsequiosas con los requerimientos de fondos públicos para las grandes empresas en problemas, llámense Comercial Mexicana, Cemex, Administradoras de Fondos de Retiro, subastas y ventas directas de divisas ¿25,000 millones de dolares? ¿mas que lo otorgado a GM y Chrysler juntas?, etc. Hasta ahora no se sabe con certeza si los ejecutivos responsables enfrentan las consecuencias de sus actos, si hay reglas específicas a cada apoyo, entre otros detalles. Quizá habría sido mas productiva a México, una visita del Jefe del Departamento del Tesoro que la obsequiada por Secretaria de Estado Clinton?

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Obama presenta su plan para las automotrices
Por Henry J. Pulizzi

http://online.wsj.com/public/article/SB123843013041370153.html#mod=2_1362_topbox

WASHINGTON (Dow Jones)--Tras advertir que General Motors Corp. (GM) y Chrysler LLC no pueden depender de un flujo "interminable" de dólares de los contribuyentes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, otorgó a las compañías un breve período para elaborar planes que justifiquen la concesión de nuevos préstamos gubernamentales.

"No podemos, no debemos, y no permitiremos que nuestro sector automotriz simplemente desaparezca", dijo Obama mediante comentarios preparados de antemano para ser presentados el lunes en la Casa Blanca. "Lo que estamos pidiendo es difícil", agregó.

"Requerirá elecciones difíciles por parte de las compañías. Requerirá que sindicatos y trabajadores que ya han hecho concesiones dolorosas hagan aún más (concesiones). Requerirá que los acreedores reconozcan que no pueden insistir en la perspectiva de rescates interminables del Gobierno", afirmó el mandatario.

Los comentarios de Obama se producen un día después de que el Gobierno señalara que destituyó al presidente ejecutivo de GM, Rick Wagoner y rechazó los planes de reestructuración que GM y Chrysler esperaban utilizar para obtener una nueva inyección de efectivo por parte del Gobierno.

En lugar de ello, la Casa Blanca dio a GM un plazo de 60 días para preparar una estrategia para volverse viable. Chrysler, cuya situación es aún más desesperada, tiene sólo un mes para establecer una sociedad con la italiana Fiat.

El Gobierno afirma que una bancarrota "quirúrgica" estructurada podría ser el único camino hacia la viabilidad para ambas compañías. Obama insistió el lunes en esa perspectiva.

"Sé que cuando la gente escucha la palabra 'bancarrota' puede ser algo perturbador, así que déjenme explicar lo que quiero decir", señaló. "De lo que estoy hablando es de usar nuestra estructura legal existente como una herramienta que, con el respaldo del Gobierno de Estados Unidos, pueda hacer fácil que General Motors y Chrysler retiren rápidamente viejas deudas que las están presionando de forma que puedan volver a sostenerse por sí mismas y encaminarse hacia el éxito; una herramienta que podemos usar, aún mientras los trabajadores siguen laborando en el empleo de construir autos que se están vendiendo".

Las firmas -que han sido afectadas por el debilitamiento económico y por años de dependencia de los vehículos utilitarios deportivos- recibirán una cantidad no especificada de capital de trabajo del Gobierno mientras preparan sus planes.

Si no se alcanza un acuerdo con Fiat, el Gobierno señaló que Chrysler no recibirá más dinero de los contribuyentes. La situación de GM es menos sombría: el Gobierno expresó confianza en que la empresa puede sobrevivir con medidas más estrictas. Con ese fin, se solicitó a Wagoner que deje el puesto, cediendo su lugar al director general de operaciones, Frederick "Fritz" Henderson.

GM y Chrysler recibieron en diciembre un total de US$17.400 millones en préstamos gubernamentales, y han solicitado otros US$22.000 millones para continuar operando este año. El equipo especial de Obama para el sector automotriz analizó los planes de reestructuración de las firmas para determinar si estos justifican la entrega de fondos adicionales. El veredicto dado a conocer el domingo es que, en su forma actual, los planes no justifican la entrega de más recursos de los contribuyentes.

24 de marzo de 2009

Anote la fecha: 23 de marzo del 2009

IDEAS AL VUELO
Por Ricardo Medina Macías

http://ideasalvuelo.blogspot.com/

Por si las dudas, anote la fecha de hoy en su bitácora: lunes 23 de marzo de 2009. Tal vez en el futuro próximo habremos de decir: Ese día marcó un punto de inflexión hacia la salida de la crisis global. O tal vez no.

Lo cierto es que hoy fue un día prácticamente redondo, con buenas noticias duras para la economía de Estados Unidos y, por eso, para la economía global.

Si esto es así nos permitiría marcar dos fechas clave para la historia que se escribirá en el futuro. El día que la confianza cayó en picada, el 15 de septiembre de 2008, tras la quiebra de Lehman, y el día en que volvimos a creer que quien está a cargo en el Tesoro de los Estados Unidos sí sabe lo que está haciendo: el 23 de marzo de 2009. Entre una y otra fecha: más de seis meses de desconcierto.

Junto con el anuncio de su programa para sanear a los bancos de los activos tóxicos, Tim Geithner, el Secretario del Tesoro estadounidense, publicó un artículo en The Wall Street Journal titulado: “Mi plan para los activos malos de los bancos”. La presentación de Geithner está bien estructurada, sigue un orden lógico y contiene algunas frases que los mercados del mundo ansiaban escuchar: Estados Unidos honrará sus deudas y cumplirá su palabra, como lo ha hecho desde que Alexander Hamilton fue secretario del Tesoro.

El plan Geithner para limpiar los balances de activos malos tiene la virtud, además, de reconocer que serán los mecanismos de mercado, mediante las subastas, los que determinarán los precios. Bien.

A la presentación de Geithner se sumó el dato de venta de casas nuevas que fue mejor de lo esperado (algo que hace meses no veíamos) lo que funcionó como un bálsamo en los mercados. Bien, otra vez.

Esto empieza a tomar forma y coherencia. Persisten las muy justificadas dudas acerca de la efectividad del programa de estímulos que arreglaron entre Barack Obama y el Congreso (dudas que comparto), pero por lo pronto empezamos a escuchar planes con consistencia lógica en materia de saneamiento de las instituciones financieras. Es el primer requisito para enderezar las cosas (donde empezaron los problemas deben empezar las soluciones), de ahí que las buenas nuevas de hoy no sean desdeñables.

Por lo pronto, anote la fecha en su bitácora de la crisis. Con palomita, por supuesto; no con tache.

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March 24, 2009, 12:08 A.M. ET.
Mi plan para los activos tóxicos de los bancos
Por Timothy Geithner

http://online.wsj.com/article/SB123784896333218747.html?mod=2_1362_middlebox

La economía estadounidense y buena parte del mundo enfrentan retos extraordinarios y para enfrentarlos se seguirán necesitando acciones extraordinarias.

Ninguna crisis como la actual tiene una sola o simple causa, pero como país nos endeudamos mucho y permitimos que nuestro sistema financiero asumiera niveles de riesgo irresponsables. Estas decisiones han causado un sufrimiento enorme y buena parte de los daños ha caído sobre los estadounidenses comunes y corrientes y los dueños de pequeños negocios que fueron cautelosos y responsables. Esto es fundamentalmente injusto y los estadounidenses están, con razón, furiosos y frustrados.

La profundidad del descontento público y la gravedad de esta crisis requieren que cada política que implementemos sea sometida a la prueba más seria: determinar si ayudará a que nuestro sistema financiero vuelva al negocio de proveer crédito a familias trabajadoras y negocios viables, además de contribuir a prevenir crisis futuras.

En las últimas seis semanas, hemos implementado una serie de iniciativas financieras a lo largo del Programa de Recuperación y Reinversión, para ayudar a sentar la base financiera de una recuperación económica. Lanzamos un amplio programa para estabilizar el mercado inmobiliario animando tasas hipotecarias más bajas y facilitando la refinanciación para millones de personas para que eviten las ejecuciones hipotecarias. Establecimos un nuevo programa de capital para proveer a los bancos con una garantía en contra de una recesión más profunda. Al transmitir confianza de que los bancos tendrán un nivel de capital suficiente incluso si el escenario pinta peor de lo esperado, habrá más crédito disponible en la economía a tasas más bajas, haciendo menos probable que el empeoramiento de la economía al cual temen se haga realidad.

Hemos dado inicio a un nuevo programa de préstamo con la Reserva Federal, dirigido a los mercados de titularización, críticos para los préstamos al consumidor y los pequeños negocios. La semana pasada anunciamos medidas adicionales para apoyar los préstamos a los pequeños negocios al comprar directamente valores respaldados por préstamos de La Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa.

En conjunto, las medidas tomadas por la Reserva Federal en los últimos meses y estas iniciativas lanzadas por este gobierno ya están empezando a hacer la diferencia. Ayudaron a reducir las tasas de interés hipotecarias a niveles históricamente bajos. Tan sólo este mes, vimos un incremento de 30% en el refinanciamiento de hipotecas, lo que significa que millones de estadounidenses están aprovechando la caída en las tasas. Esto es bueno para los dueños de casas y bueno para la economía. El nuevo programa conjunto de préstamos con la Reserva Federal generó cerca de US$9.000 millones de titularizaciones la semana pasada, más que en los últimos cuatro meses combinados.

Sin embargo, el sistema financiero como un todo aún trabaja en su recuperación. Muchos bancos, aún aquejados por sus malas decisiones de préstamos están restringiendo el crédito. Los precios de mercado para muchos activos en manos de instituciones financieras, los llamados activos de legado, son inciertos o están deprimidos. Con estas presiones afectando los resultados de los bancos, el crédito sigue siendo un bien escaso y el que está disponible acarrea un alto costo para los prestatarios.

Hoy (lunes) estamos anunciando otra pieza crítica de nuestro plan para incrementar el flujo de crédito y expandir la liquidez. Nuestro nuevo Programa de Inversión Publico-Privado establecerá fondos para proveer un mercado para los préstamos de legado y los valores que actualmente agobian al sistema financiero.

El Programa de Inversión Publico-Privado comprará préstamos ligados a bienes raíces a bancos y valores del mercado en general. Los bancos tendrán la habilidad de vender paquetes de préstamos a fondos dedicados y los inversionistas competirán por la oportunidad de participar en esos fondos y tomar ventaja de la financiación suministrada por el gobierno.

Los fondos establecidos bajo este programa tendrán tres características esenciales: Primero, usarán recursos del gobierno en la forma de capital del Departamento del Tesoro y financiación de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) y la Reserva Federal para movilizar capital de los inversionistas privados. Segundo, el Programa de Inversión Publico-Privado se asegurará que los participantes del sector privado compartan los riesgos tanto como los contribuyentes y que los contribuyentes compartan las ganancias de estas inversiones. Estos fondos estarán abiertos a los inversionistas de todo tipo, tales como fondos de pensiones, para que así una amplia gama de estadounidenses pueda participar.

Tercero, los inversionistas del sector privado establecerán el valor de los préstamos y los valores comprados bajo el programa, los cuales protegerán al gobierno contra pagos excesivos por esos activos.

El nuevo Programa de Inversión Publico-Privado inicialmente proveerá financiación por US$500.000 millones con el potencial de extenderla a hasta US$1 billón (millón de millones), lo cual es una parte sustancial de los activos ligados a bienes raíces originados antes de la recesión que en estos momentos están estancando nuestro sistema financiero. Con el tiempo, al proveer un mercado pata estos activos, que actualmente no existe, el programa ayudará a mejorar el valor de los activos, incrementar la capacidad de préstamo por parte de los bancos y reducir la incertidumbre sobre la escala de las pérdidas en los balances de los bancos. La habilidad para vender activos a este fondo hará más fácil para los bancos el recaudar capital privado, lo cual acelerará su habilidad para reemplazar las inversiones de capital suministradas por el Tesoro.

Este programa para lidiar con los préstamos y valores de legado forma parte de una estrategia amplia para resolver la crisis tan rápida y efectivamente como sea posible, con el menor costo para los contribuyentes. El Programa de Inversión Publico-Privado le conviene más al contribuyente que hacer que el gobierno compre directamente los activos a los bancos que aún operan y asuma una mayor participación de las pérdidas. Nuestra estrategia comparte el riesgo con el sector privado, apalanca eficientemente el dinero de los contribuyentes y genera competencia en el sector privado para determinar los precios de mercado para los activos que actualmente son ilíquidos. Simplemente esperar a que los bancos se deshagan de estos activos amenaza con prolongar la crisis en una manera similar a la experiencia japonesa.

Al avanzar, nosotros, como país, debemos trabajar juntos para encontrar el balance adecuado entre nuestra necesidad de promover la confianza pública y usar el dinero de los contribuyentes de manera prudente para fortalecer el sistema financiero. Esto, sin dejar de conservar la confianza de los participantes de mercado, quienes necesitan hacer su parte para conseguir que el crédito fluya a las familias trabajadoras ya los negocios —grandes y pequeños— en todo el país.

Esto requiere que aquellos que están en el sector privado recuerden que la ayuda gubernamental es un privilegio, no un derecho. Cuando las instituciones financieras vienen a nosotros en busca de ayuda monetaria directa, nuestro gobierno tiene la responsabilidad de asegurarse que estos fondos sean desplegados para expandir el flujo de crédito a la economía, no para enriquecer a los ejecutivos o a los accionistas. Estas provisiones necesitan ser diseñadas y aplicadas de tal manera que no desalienten la participación del sector privado en programas disponibles para estabilizar los mercados inmobiliarios, impulsar los mercados de crédito y librar a los bancos de los activos de legado.

No podemos resolver esta crisis sin hacer posible que los inversionistas asuman riesgos. Aunque esta crisis fue causada por los bancos que tomaron demasiados riesgos, el peligro es que ahora asuman muy poco. Al trabajar con el Congreso para implementar condiciones severas que impidan el uso incorrecto de la ayuda de los contribuyentes, necesitamos ser muy cuidadosos para no desalentar las inversiones que la economía necesita para recuperarse de la recesión. La ley le da a los empresarios responsables y a los inversionistas la confianza para invertir y crear trabajos en nuestro país. El compromiso de Estados Unidos de buscar políticas económicas que promuevan la confianza y la estabilidad se remonta al primer secretario del Tesoro, Alexander Hamilton, quien fue el primero en dejar en claro que cuando nuestro gobierno da su palabra, lo hace en serio.

Pese a todos los retos que enfrentamos, aún tenemos un sistema financiero diverso y resistente. El proceso de reparación tomará tiempo y el progreso será dispar, con períodos de estrés y fragilidad. Pero estas políticas funcionarán. Ya hemos visto que donde el gobierno ha suministrado apoyo y financiación el crédito está más disponible a costos más bajos.

Sin embargo, a medida que luchamos contra la crisis actual, también debemos comenzar el proceso de asegurar que una crisis como esta nunca se repita. Como ha dicho el presidente Obama, no podemos seguir sosteniendo a mercados del siglo XXI con regulaciones del siglo XX. Nuestro país merece poder elegir entre mejores opciones que o aceptar el daño catastrófico causado por un colapso como el de Lehman Brothers, o ser forzado a inyectar miles de millones de dólares de los contribuyentes en una institución como AIG para proteger a la economía en contra de esa escala de daños. La carencia de un régimen regulatorio moderno y apropiado y de autoridad de resolución contribuyeron a esta crisis y continuarán limitando nuestra capacidad de enfrentar crisis futuras hasta que implementemos reformas fundamentales.

Nuestra meta debe ser un sistema más fuerte que pueda proveer el crédito necesario para la recuperación y que también se asegure que nunca nos hallemos en este tipo de crisis financiera otra vez. Estamos actuando rápidamente para alcanzar esas metas y continuaremos haciéndolo hasta que lo hayamos logrado.

Geithner es el secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.